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Agua purificada

El agua purificada es aquella que se encuentra en el estado más puro, es decir, el más natural que pueda imaginarse.

Esto quiere decir que de ella se eliminan todo tipo de productos químicos, quedando sólo la composición del agua. Para hacer esto, se requiere que el agua pase por distintos procesos, de los cuales tenemos:

Filtración.

Es el proceso más simple y se da a través de filtros de agua. Esto puede llegar a eliminar algunos compuestos químicos presentes en la misma.

Es ideal para el agua que sale de los grifos. Existen otro tipo de filtros que son costosos y cuentan con una técnica muy efectiva llamada ósmosis inversa, la cual consiste en que los productos químicos del agua se queden atrapados en una parte del filtro, mientras que el resto del agua es procesada para posteriormente utilizarse.

Destilación.

El agua destilada es agua que pasa por un proceso de cocción, es decir, se hierve.

De esta manera, los compuestos químicos se separan en el proceso. En muchas ocasiones el agua requiere de doble destilación para eliminar componentes químicos fuertes.

Deionización.

Otra de las maneras efectivas de obtener agua purificada es con el proceso de deionización. Este se consigue añadiendo productos químicos especiales que son capaces de unirse a las sales que se encuentran disueltas en el agua. Posteriormente se encargar de eliminar todos esos componentes no deseados del agua.

Afortunadamente este proceso tarda mucho menos que la destilación, además de que suele ser mucho más económico. Sin embargo, en las tiendas comunes es muy probable encontrar agua destilada, ya que su uso comercial está destinado a través de este proceso.

Existen argumentos que dicen que tomar agua purificada es más saludable que agua de grifo, aunque muchos afirman que hacerlo hace perder ciertos minerales como el calcio y fluoruro del cuerpo.